El sábado por la mañana fueron a por “robellons” mis hermanos Jose Mª y Sergi, y aprovechamos para hacerlos el domingo. Esta semana no tuvieron tanta suerte como el fin de semana anterior y cogieron poquitos. A pesar de ello, estaban buenísimos (se notaba que estaban recién cogidos). Los preparamos con una simple picada de ajo y perejil. Un manjar.
También hicimos caracoles, ya que mis padres habían cogido muchísimos durante sus vacaciones en Puig-Gross (Lérida). En esta ocasión los preparamos de la siguiente manera: lavamos los caracoles con agua, vinagre y sal. Los enjuagamos varias veces y los escurrimos. Una vez escurrimos, los pusimos en una cazuela de barro con aceite de oliva. En un primer momento a poco fuego porque han de salir los caracoles hacia fuera, y una vez han salido cambiamos a fuego más fuerte. Una vez cocidos añadimos pimienta negra, coñac y sal y dejamos que los sabores se fusionaran.
Además de todo ello, mi madre aún tenía el relleno que sobró de los canelones que hicimos las pasadas navidades, y como estamos ya a la vuelta de la esquina de las próximas decidimos hacerlos. En esta ocasión no tengo ninguna foto de ellos, fueron sacarlos del horno y devorarlos, no tuve tiempo ni de fotografiarlos. De todos modos, os puedo asegurar que los canelones que hace mi madre son los más buenos que jamás haya probado. Están completamente elaborados por ella y les pone todo su cariño y empeño. En las próximas navidades pondré la receta que utiliza mi madre, os aseguro que os comeréis todos los que tengáis en el plato, aunque reventéis.
Por último, aprovechamos para celebrar el cumpleaños de mi hermano Richard, que ya está cerca de la treintena (ya sólo le queda un añito, jajaja).
Fue un día muy divertido, me encanta cuando nos juntamos todos a comer y, a pesar de la edad, volvemos a comportarnos todos como cuando éramos críos. A ver si dentro de poco alguno de mis hermanos nos da una alegría y la próxima vez tenemos a algún niño correteando por aquí, que ya estamos muy mayores para algunas cosas.
1 comentario:
Je je je, genial la cara del teu germà! Ningú diria que ja té 29 anys...
Felicitats!
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